Aunque muchas mujeres recurren a la magia del maquillaje profesional para revitalizar su mirada, demasiadas consiguen un resultado muy poco favorecedor. Demasiada sombra de ojos y esa mirada sensual y ahumada se convierte en el equivalente a un ojo negro. No hay suficiente colorete y tus mejillas tienen un aspecto muy poco saludable. ¿Elegir el lápiz de labios equivocado? Puedes atraer la atención equivocada y no conseguir el trabajo de tus sueños.
«Demasiado» maquillaje, junto con una mala selección del mismo, puede ser algo muy malo. Una aplicación excesiva -o incluso una mera aplicación de una cantidad relativamente pequeña de maquillaje- puede hacer que tu piel parezca sin vida y escamada.
Todas las estrellas de Hollywood aparecen en escena con grandes cantidades de maquillaje, y todas consiguen ese aspecto perfecto. ¿Qué debe hacer una mujer de la vida real? La respuesta es sencilla: hacer lo mismo que las estrellas: utilizar los mismos trucos y técnicas que los maquilladores llevan en su arsenal.
Crear la base de maquillaje profesional adecuada
Teniendo en cuenta que la base de maquillaje es el producto que compone la mayor parte de tu rostro, elegir el tono adecuado es fundamental para crear un look atractivo. Todos los maquilladores profesionales optan por la base de maquillaje líquida, que tiene el aspecto más natural y suave.
Utilizando una esponja de maquillaje, la base líquida se aplica de forma mucho más uniforme y tiene un aspecto más natural que la base en polvo. La base de maquillaje en polvo tiende a tener un aspecto irregular, resaltando las zonas secas de la piel cuando se aplica. Por lo tanto, si eliges una buena base de maquillaje líquida, estarás en camino de conseguir un aspecto bonito y maquillado.
El segundo elemento de la base de maquillaje es elegir la combinación perfecta para tu cutis. Lo último que quieres es una base que parezca demasiado oscura para tu color de piel. Del mismo modo, una base de maquillaje de color demasiado claro hará que tu piel parezca innecesariamente pálida, y es posible que este maquillaje no disimule ninguna mancha o imperfección de la piel.
Los maquilladores profesionales casi nunca utilizan la base de maquillaje directamente del frasco, sino que mezclan y combinan varios tonos para crear el color perfecto para cada persona. Los consumidores también pueden disfrutar de este lujo trabajando con empresas que crean tonos de base de maquillaje personalizados.
Elegir siempre el colorete
El colorete, uno de los productos de maquillaje más infravalorados, es importante para todas las personas, tanto si se trata de conseguir unas mejillas sonrosadas como si no. Una vez aplicada la base de maquillaje, tus imperfecciones quedan efectivamente cubiertas, pero también las coloraciones naturales de tu piel. El color natural y saludable de tus mejillas se ve mermado y, por tanto, debes utilizar colorete para revitalizar ese brillo saludable. Recuerda que el colorete no significa necesariamente que sea rosa. Los tonos melocotón y bronce te permiten conseguir el aspecto que desees, ya sea sensual o chic, pero siguen dando la apariencia subyacente de una piel sana y vibrante. Especialmente para los eventos profesionales o de negocios, se desea un toque de colorete en las mejillas para parecer despierta y fresca.
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Una vez seleccionado y comprado el colorete pálido perfecto, utiliza una brocha de maquillaje grande y redonda para aplicarlo. Estudia el contorno de tu rostro y determina dónde están tus pómulos. Puedes aspirar tus mejillas, aplicando el colorete con trazos ascendentes a lo largo de los contornos. El propósito del colorete es acentuar esos pómulos para crear la ilusión de que tu rostro parece más anguloso y delgado, así que sigue la línea de los pómulos para acentuarlos aún más.
Elección inteligente de los colores del maquillaje profesional
Muchos maquilladores profesionales utilizan paletas de colores para seleccionar los colores perfectos que complementan la piel de sus clientes. Tu maquillaje debería seguir la misma regla. Asegúrate de conocer bien tu tono de piel y elige los colores de maquillaje en función de él. Por ejemplo, si tienes un tono de piel aceitunado, debes evitar los amarillos y los verdes y, en cambio, elegir los rosas y los marrones.
Si recuerdas que el maquillaje está pensado para acentuar -no para tapar- tu belleza natural, podrás tomar las decisiones correctas que permitan a tu rostro disfrutar de un aspecto impecable.
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